Filantropía inteligente en pro de grupos vulnerables.
Aunque los países de la OCDE gastan en promedio 10 mil 220 dólares por cada estudiante al año, desde educación primaria hasta nivel superior, México no rebasa el umbral de 5 mil dólares.
Por eso, el tema no es gubernamental, es de acción social. ¡APOYA YA!
Lee el artículo completo: http://www.forbes.com.mx/mexico-el-que-menos-invierte-por-estudiante-en-la-ocde/#gs.Op=APl4
Esta es una historia que deja en claro que la educación transforma vidas, familias, generaciones y comunidades.
Fundación Nicoya cree firmemente en la educación y, por eso, les compartimos esta maravillosa historia.
La ciudad de Curuguaty, Canindeyú, conocida por los acontecimientos trágicos que allí sucedieron, es también el hogar de gente que con su testimonio demuestra que nada es imposible. Desde la colonia Fortuna, el docente indígena Antonio Vargas nos cuenta su historia.
Un pequeño niño Ava Guaraní va a la escuela vestido con pantalones cortos, remera blanca y un par de zapatos rojos. Va cargando una modesta mochila en donde tiene un cuaderno de 20 hojas blancas sin rayas y un lápiz de papel.
– “Hijo mío tenés que estudiar. No queremos que vivas como nosotros vivimos. Ya ves como sufrimos”, le decía su madre en guaraní.
Aquella mujer indígena visionaria que daba la vida por sus diez hijos y sacaba de donde no había para darles de comer. Ella conocía muy bien la historia de quienes les antecedieron, el triste destino de un pueblo obligado a trabajar en los yerbales de la Industrial Paraguaya S. A. a finales del siglo XIX y soñaba con un futuro distinto para su familia. Y su sueño se cumplió.
Antonio desde pequeño veía en la educación una oportunidad para cambiar de vida y ayudar a los más pobres de su comunidad. Pero no era tan sencillo, cuando tenía hambre y veía como sus compañeros con más recursos comían las ‘tortillas’ en el recreo, él se secaba las lágrimas y seguía estudiando. Con determinación venció a la pobreza y logró sobresalir.
Así terminó la primaria y se fue a vivir a la comunidad Fortuna en la casa de un profesor llamado Miguel Toro para cursar la secundaria. “No teníamos jabón ni cepillo para lavar la ropa que llevábamos al colegio. Como esponja usábamos las espigas del maíz y como jabón el jugo de la naranja agria”, recuerda.
Lee la historia completa dando clic: https://ejempla.com/vida/la-educacion-le-cambio-la-vida
El tema del rezago educativo puede ser un problema que resolvamos en conjunto empresas, empleados e instituciones públicas.
Para ello, se generó el Programa Especial de Certificación con base en aprendizajes adquiridos, equivalentes al nivel primaria y secundaria para personas de más de 15 años que estén interesados en obtener su certificado.
¿Qué conocimientos tienes hoy en día y empleas en tu trabajo (si es que lo tienes) o en casa? Ese conocimiento puede medirse y equivaler a un año escolar.
¿Quieres conocer más?
http://187.237.141.36/ineejad/pec/anexos/PROGRAMA%20ESPECIAL%20DE%20CERTIFICACI%C3%93N.pdf
Les compartimos un artículo muy interesante sobre la educación por competencias que pondrá al egresado en un contexto de competencia, pues para las empresas ya no basta tener un buen promedio.
“¡Que se sepa: sacar buenas calificaciones no garantiza que al terminar sus estudios el graduado tenga un trabajo asegurado. Hoy, lo primero que hace la empresa cuando evalúa un candidato, incluso antes de considerar sus competencias laborales, es revisar cuáles son sus valores.
Los departamentos de personal someten a los aspirantes a las vacantes a una serie de pruebas que muestren su comportamientos frente a diferentes situaciones emocionales críticas, para ver si las aptitudes que presentan en su historial estudiantil fueron adquiridas sobre la base de actitudes frente a la vida que le den un claro objetivo de desarrollo personal y social sano“.
Para leer el artículo completo da clic: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/10566
Al investigar algunas frases que hablen del tema de la educación, encontramos a Horace Mann, conocido como el padre de la escuela pública en Estados Unidos.
Y lo más interesante es que Horace provenía de una familia era pobre; sin embargo, sus padres les transmitieron carácter, buenos hábitos de trabajo y altos ideales. Así que, a pesar de que en aquél entonces los métodos de estudio eran poco alentadores y los maestros estaban mal preparados, Horace decidió superarse a sí mismo y luchar por estudiar.
Era un autodidacta que pasaba horas en la biblioteca del pueblo estudiando y mientras trabajaba dando clases de latín, ahorraba dinero para pagar por sus propias lecciones.
Entró a la universidad de Brown a los 20 años y se empezó a interesar por temas de política, de educación y de reforma social. Su discurso de graduación fue muy impactante pues habló de los avances de la raza humana, a través de los cuales la educación, la filantropía y el republicanismo podrían combinarse en beneficio de la humanidad.
Horace se graduó como abogado y legislador y fue electo Secretario del reciente creado Consejo de Educación de Massachsetts, en 1837. Ahí fue donde realizó grandes reformas como que cada niño recibiera educación básica sustentada por el pago de impuestos locales.
Estaba convencido de que la educación pública era central para una buena ciudadanía, para la participación ciudadana y para el bienestar de la sociedad.
