Llegó el día que lo teníamos programado: 28 de febrero de 2019. Este día marcaría un antes y un después para Fundación Nicoya porque, si bien, habíamos sido partícipes en los temas de Justicia Restaurativa, en realidad no habíamos vivido de inicio a fin un círculo de paz.
La Justicia Restaurativa es una teoría de la justicia que enfatiza en la solución de conflictos utilizando formas colaborativas y participativas. En ella se involucra a todos los actores sociales relacionados con una situación conflictiva con miras a que la persona o personas ofensoras puedan concretar acuerdos para reparar el daño a nivel individual y colectivo.
Este tema ha sido de mucha ayuda y con mucho éxito en Baja California, pues muchos conflictos se han resuelto de manera positiva para todos los involucrados en un conflicto, no solamente la víctima.
De hecho, también la Procuraduría en Mexicali ha resuelto temas con niños y adolescentes DIF, de ahí que era una solución idónea para muchos de los jóvenes que viven en las casa hogar, dada su condición y su situación de abandono por parte de sus padres por todo tipo de motivos.
Un círculo es un trabajo grupal que se desarrolla en círculo y es guiado por una persona. Su principal objetivo es reconstruir lazos, sanar heridas y tomar decisiones para la resolución de conflictos por medio del diálogo empático, la participación activa y el consenso.
Este primer círculo que Fundación Nicoya organizó en colaboración con la psicóloga Gabriela Fonseca y la Lic. Roselen García fue sumamente enriquecedor porque corroboramos el poder y la fuerza que tiene un círculo y los increíbles lazos que estrecha entre quienes participan.
Este trabajo de sanación y acompañamiento lo continuaremos haciendo por lo menos una mes al mes porque el compromiso debe ser a largo plazo con los jóvenes en su aprendizaje sobre temas de inteligencia emocional.